Telefónica fue durante décadas un actor estratégico en la infraestructura tecnológica de España e Iberoamérica. Sin embargo, su rumbo actual —entre recortes, desinversiones y pérdida de liderazgo— plantea preguntas fundamentales:
- ¿Ha perdido su capacidad de innovación?
- ¿Puede sobrevivir como mero operador sin peso tecnológico?
- ¿Quién marca su estrategia: técnicos, sindicatos, políticos…?
La competencia en un operador implica ofrecer permanentemente servicios innovadores.
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